viernes, 26 de noviembre de 2010

26.

Muchas veces me muero por hablarle de lo que siento, de muchas cosas. En ocasiones como cuando me sonrie, cuando me mira tan cerca que me hace vibrar, y cuando me besa desearía que parara para poder decírselo. Cuando le veo 10 minutos a la tarde, o cuando pasamos esas mañanas juntos... pero en todos y cada uno de esos momentos, su sola presencia hace que se me corte la respiración, y que las malditas palabras se estanquen.
¿conoces la sensación esa que da asomarse a un edificio altísimo y poder ver todo Madrid?
Da un poco de vértigo, pero es una sensación realmente increible, no deja indiferente a ninguno de mis músculos. Eso no es ni una milesima parte de lo que el causa en mi, pero no he encontrado mejor ejemplo.

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